Introducción
El acceso a Internet es fundamental para el desarrollo e innovación tecnológica de un país. Según el último informe de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), a finales del año 2018 el 51,2% de la población mundial tuvo acceso a Internet; es decir, por primera vez en la historia, más de la mitad de las personas pudieron beneficiarse de este servicio. A pesar de que estas cifras reflejan un gran avance para reducir la brecha digital existente, aún queda mucho por hacer para disminuir el número de personas “fuera de línea”.
Los beneficios de poder acceder a Internet son muchos. Por ejemplo, la inmediata interacción con personas que se encuentran lejos o cerca de nosotros, acceso a muchas fuentes de información, la posibilidad de desarrollar y disfrutar de espacios para el entretenimiento y comercio a través de diversas plataformas, etc. Sin embargo, también existen varias desventajas entre las cuales destaca la invasión a la privacidad.
¿Qué es la Privacidad?
Según la Real Academia Española (RAE), la privacidad es el “Derecho de la persona a no ser objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni ataques ilegales a su honra o reputación”, y según el Artículo 12 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, toda persona tiene derecho a la protección de su privacidad.
Sin embargo, hoy en día, mediante el uso de las Tecnologías de la Información, es un derecho al que renunciamos sin darnos cuenta. ¿Cómo? En base a un sentido falso de seguridad en Internet, proporcionamos información personal en redes sociales, servicios web bancarios, aceptamos el uso de cookies, etc.; sin tener la total garantía de si toda esta información será utilizada de forma adecuada y si solo será usada por el servicio al que le estamos dando autorización.
Específicamente, sobre la navegación en Internet, hay quienes creen que para mantenerse en forma anónima basta con usar el modo incógnito o eliminar el historial; sin embargo, toda comunicación deja un registro. El proveedor de Internet, los portales web, empresas dedicadas al espionaje informático e incluso el Estado puede tener acceso o vigilar el tráfico de red de un usuario.
Respecto a la vigilancia estatal, muchas veces está bien sustentada debido a que es una de las formas de combatir al narcotráfico o terrorismo; lamentablemente, también se ha descubierto que esta vigilancia está aplicada a políticos, organizaciones y/o personas en particular.
Espionaje “En línea”
Grandes compañías como Google, Facebook, Microsoft, etc., almacenan mucha de nuestra información y actividad en Internet y, en base a ello, pueden elaborar un perfil de quiénes somos. Dichos datos por lo general sirven para recomendaciones publicitarias sobre cosas que nos interesan, pero también existe el riesgo de que esta información vaya a parar a las manos equivocadas.
Un ejemplo de ello es lo que pasó con la empresa italiana Hacking Team. Según la filtración de información (400GB) que sufrió en el año 2015, varios países compraron licencias de software de vigilancia a dicha empresa, entre ellos Ecuador. El software que adquirían los gobiernos tenía la capacidad de infectar celulares y computadoras de forma física y remota. Una vez infectados dichos dispositivos, se podía vigilar su actividad y obtener documentos, fotos, mensajes, historial de llamadas, correos, activar cámaras y micrófonos, etc. En la siguiente figura se pueden observar más detalles de Hacking Team en Latinoamérica. 
Otro ejemplo que podemos analizar es el de Gmail, el servicio de correo electrónico de Google. Se conoce que hasta mediados del año 2017 los anuncios publicitarios de Gmail estaban asociados al contenido de los correos de sus usuarios. Es decir, al parecer Google se encontraba analizando los correos de sus usuarios para mostrar publicidad personalizada. En junio del mismo año, Google anunció que dejaría de mostrar esta clase de anuncios en la bandeja de correos; sin embargo, queda la duda de que ¿el hecho de que ya no muestren anuncios implica que ya no analicen los correos?
¿Qué hacer?
Existen muchas soluciones para proteger tu privacidad en Internet, entre las principales tenemos:
· Utilizar Software libre. Con esta clase de software se puede analizar el funcionamiento de un sistema y aportar a su desarrollo. Esto no es garantía de que el sistema sea seguro, pero sí de que no se depende de una sola empresa/persona para la seguridad del mismo.
· Implementar técnicas para el cifrado de datos.
· Usar Redes Privadas Virtuales (VPN) y Redes de anonimato.
· Configurar de forma adecuada los perfiles de Redes Sociales.
· Navegar, de preferencia, en páginas seguras (HTTPS).
· Mantener actualizado el Software antivirus y el Sistema Operativo.
Referencias:
[1] “ITU releases 2018 global and regional ICT estimates”, International Telecommunications Union. [En Línea] Disponible en: https://www.itu.int/en/mediacentre/Pages/2018-PR40.aspx
[2] “Statistics”, International Telecommunications Union. [En Línea] Disponible en: https://www.itu.int/en/ITU-D/Statistics/Pages/stat/default.aspx
[3] R. Bonifaz, “Comunicaciones Secretas en Internet”, Facultades de Ciencias Económicas, Ciencias Exactas y Naturales e Ingeniería. Universidad de Buenos Aires, 2019.
[4] G. Pérez de Acha, “Hacking Team Malware para la Vigilancia en América Latina”. Derechos Digitales, 2016.
[5] D. Greene, “As G Suite gains traction in the enterprise, G Suite’s Gmail and consumer Gmail to more closely align”, 2017.
[6] “5 beneficios y 5 riesgos de Internet”, CampUCSS. [En Línea] Disponible en: https://camp.ucss.edu.pe/blog/beneficios-riesgos-internet/
