Mientras el mundo moderno sigue su continua evolución, orientando su crecimiento hacia el uso de tecnologías de información cada vez mas eficientes y donde la convergencia de servicios es una realidad, nos encontramos también con planteamientos “apurados” y seguramente con escasos criterios científicos que buscan generar desinformación y temor en el uso de tecnologías que actualmente se encuentran en desarrollo, tal como 5G.
Europa se encuentra actualmente en un proceso de licitación de frecuencias del espectro radioeléctrico para 5G, varias bandas se han considerado para los futuros servicios que se pretenden brindar con esta tecnología, estas bandas entre otras son: 2 GHz, 3.6 GHz, 26 GHz, y posiblemente la banda baja de 700 MHz.
Así mismo países como Corea del Sur, a través de sus desarrolladores de tecnología, como LG, buscan lanzar a mediados del 2019, recién los primeros teléfonos inteligentes para 5G, que funcionarán también aún con 4G por cuestiones de migración de servicios.
Actualmente las operadores de telecomunicaciones (Claro, Movistar, CNT EP) en el Ecuador ha desplegado en parte del país la tecnología 4G, en nuestra ciudad la cobertura de 4G está aún con índices de penetración muy bajos; según Movistar, en el Ecuador ellos cuentan con 5 millones de clientes, de los cuales el 60% tiene acceso a 4G.
La desinformación se genera desde el desconocimiento, las radio bases que sirven para brindar los servicios de telecomunicaciones móviles emiten energía electromagnética en bandas de frecuencia que no generan radiaciones ionizantes, las potencias de transmisión que se manejan en estos sistemas están reguladas y supervisadas por los entes de control técnico del estado (dueño del espectro). Actualmente nuestros estudiantes se encuentran estudiando el impacto de las radiaciones del 4G en nuestro entorno, resultados que serán compartidos con la comunidad mas adelante.
La tecnología 5G está aún en desarrollo por lo que no podemos aventurar ningún criterio al respecto, se deberán afinar aún estándares donde se regulen potencias y frecuencias de funcionamiento, así como el equipamiento final a desplegarse.
Disfrutemos con responsabilidad del uso de la tecnología y generemos conocimiento a través de la investigación.