La red celular de quinta generación (5G) es un conjunto de normas técnicas primordiales que definen el funcionamiento de la nueva red celular, estas reglas técnicas incluyen frecuencias de radio que se van a utilizar y el procesamiento de la información a través de procesadores, microprocesadores y antenas, es decir, como se tratará las señales de radio e intercambio de datos.
Efectivamente todos hemos al menos escuchado sobre 5G, el “nuevo hito en la comunicación inalámbrica”, y como usuarios finales mientras más pronto se dé su implementación mucho mejor, así continuemos con nuestro plan de recargas original (prepago o postpago).
Pero no dejemos ahí nuestro análisis, continuemos hablando sobre qué involucra su implementación en nuestra localidad o al menos en las ciudades más principales del país.
Efectivamente, muchos sitios poblados en Ecuador (y la ciudad de Loja no es la excepción) cuentan ya con la implementación de la red 4G desde el año 2018, principalmente en los centros comerciales de las ciudades, no así en lugares rurales.
Actualmente, con la red 4G, los servicios en la nube son accesibles de mayor forma, podemos encender luces, controlar determinados dispositivos y sistemas de manera remota, ejecutar descargas en varios minutos, incluso hasta interconectar algunos “gadgets” y “wearables” de los que actualmente se dispone. Sin embargo, 5G tiene a su espalda la promesa de revolucionar la comunicación tal como la conocemos hoy en día, es decir, juegos en tiempo real, realidad aumentada, potenciar “IoT” (Internet de la Cosas), videos en alta definición (4K/8K), mejorar la conectividad, descargas en varios segundos, interacción entre dispositivos para que sean más proactivos haciendo cosas para nosotros, fortalecer la implementación de ciudades inteligentes, monitoreo y optimización de servicios en tiempo real, gestión de inventarios, entre otras varias aplicaciones que deberá soportar y sobre todo trabajar de forma adecuada esta promesa tecnológica.
Bueno, en resumidas cuentas, 5G básicamente promete mayor velocidad (alrededor de 1,4 Gigabits por segundo, lo cual significa casi 20 veces más veloz que la experiencia con 4G), mayor ancho de banda, poca latencia, entre otras bondades tecnológicas. Tal como se lo ha mencionado es una nueva revolución en comunicaciones inalámbricas. Pero como siempre habrá que considerar cuál es el costo que esta mejora puede acarrear, y es aquí en donde vamos a extender un poco más este ensayo.
Existen publicaciones en internet que señalan que el consumo de energía con cada evolución de generación se incrementa un poco más que la anterior, de hecho para 5G aún estaría por establecerse dicho promedio, más aún si lo que ofrece es mayor velocidad, menor latencia, más volumen de dispositivos conectados, etc.; esto significa incremento de procesamiento y de transmisión de información hacia cada usuario, es decir, incremento de infraestructura (small cells) en un mismo espacio que permita brindar dichos servicios. Entonces, si hablamos de más bondades, también debemos tener en cuenta un mayor consumo energético y por tal razón la consigna será la eficiencia energética.
Asimismo, también pensemos en cobertura ¿será posible cubrir el mayor porcentaje del territorio nacional con 5G? o ¿es que sólo estará enfocado a determinados sectores?, pues la respuesta es sencilla, comercialmente hablando deberá cubrirse aquellos sectores que permitan recuperar la inversión lo más rápido posible, es decir, el sector rural no necesariamente será lo primero en lo que se piense; además, es posible que aún falte tiempo para recuperar la actual inversión de la infraestructura 4G, y como normalmente debe suceder toda empresa nacional o internacional, primero pensaría en la seguridad jurídica y comercial antes de afrontar un nuevo gasto previo a implementar una nueva tecnología, después de todo el retorno de inversión es un factor determinante para nuevas implementaciones.
De igual forma, otra de las consideraciones a tomar en cuenta será como manejar la demanda de ancho de banda, ya que acorde a la evolución propia de las redes fijas y móviles, un ancho de banda fijo pasará a ser un concepto anticuado, y deberá tratárselo de forma dinámica y ser adaptable al flujo de tráfico mientras los diferentes usuarios acceden a la red desde diferentes lugares. Es decir, los nuevos diseños de las redes deberán analizar cómo distribuir de forma efectiva los diferentes contenidos de información y servicios hacia cualquier ubicación, manteniendo y mejorando en lo posible la calidad de experiencia al usuario (QoE), así como también, considerar adaptar éste diseño a tecnologías emergentes.
Otro punto adicional, será que el estándar como tal de 5G, mejore los parámetros de seguridad una vez más, por toda la información que se supone podrá ser capaz de administrar, pues es bien conocido que las redes actuales a pesar de todos los esfuerzos realizados, aún son susceptibles de intrusiones no autorizadas.
De esta forma, respondiendo a la pregunta inicial planteada, debemos señalar que la implementación de 5G en el país así como en nuestra ciudad aún tendrá que esperar varios años más, ya que 5G no solo implica nueva infraestructura por parte de la operadora de telefonía celular, sino también que a nivel mundial se formalice el estándar correspondiente con todas las consideraciones que implica esta nueva tecnología, finalizar etapas de pruebas, análisis de mercados, entre otros factores adicionales. Igualmente, habrá que considerar que el usuario final tenga acceso a equipos que puedan manejar esta tecnología y que sean de un costo accesible, ya que un súper terminal móvil no necesariamente tiene un costo en nuestro medio menor de 300 dólares. En resumen, se conoce sobre el impacto que provocará, pero aún es incierto cuando 5G será una realidad.