El Potencial Geotérmico de Ecuador: Una Oportunidad para la Transición Energética

Christian Campoverde

Ecuador, un país enclavado en el cinturón de fuego del Pacífico, cuenta con un potencial geotérmico envidiable que, hasta ahora, ha sido subutilizado. En un contexto global donde la demanda por fuentes de energía limpias y sostenibles está en auge, en medio de una crisis energética provocada por una sequía, derivada del cambio climático, es fundamental pensar en la abundante energía geotérmica que podríamos generar para diversificar la matriz energética y disminuir la dependencia de otro tipo de generaciones.

La energía geotérmica se genera a partir del calor almacenado en el interior de la Tierra, principalmente en zonas tectónicamente activas, como los volcanes. Este tipo de energía es renovable, ya que el calor terrestre es prácticamente inagotable a escala humana. Además, es una fuente de energía limpia, con una huella de carbono considerablemente baja en comparación con los combustibles fósiles. Esto la convierte en una pieza clave para los países que, como Ecuador, buscan cumplir con los compromisos internacionales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y, al mismo tiempo, avanzar hacia una matriz energética más verde, dejando atrás la idea del negociado de barcazas, que ha sido la única solución visible de gobiernos inoperantes.

Transición energética
Figura 1. Diseño de una central Geotérmica

Ecuador depende en gran medida de sus recursos hídricos para la generación de electricidad, con proyectos hidroeléctricos que aportan cerca del 75% de la energía del país. Sin embargo, la variabilidad climática y las sequías prolongadas representan riesgos importantes para esta fuente de energía. En este sentido, la energía geotérmica, con su capacidad de generar electricidad de manera constante, podría complementar el sistema eléctrico ecuatoriano, brindando una alternativa fiable y estable.

Ecuador cuenta con alrededor de 70 sistemas geotérmicos identificados, muchos de los cuales están ubicados en las zonas volcánicas de la Sierra, contamos con 22 volcanes activos, siendo uno de los países con mejor recurso geotérmico a explotar. Según estudios del Instituto Nacional de Eficiencia Energética y Energías Renovables (INER) y otras instituciones, el potencial geotérmico de Ecuador se estima en al menos 1000 MW, aunque estudios más recientes sugieren que podría ser mucho mayor (entre 3000 y 4000 MW).

Proyectos geotérmicos
Figura 2. Mapa de áreas de favorabilidad de proyectos geotérmicos en el Ecuador

Ecuador cuenta con varios proyectos geotérmicos en distintas etapas de desarrollo, ubicados principalmente en la región andina. El proyecto más avanzado es el campo geotérmico Chachimbiro, en la provincia de Imbabura, con un potencial estimado entre 50 y 100 MW de electricidad. Otro proyecto destacado es el Tufiño-Chiles-Cerro Negro, ubicado en la frontera entre Ecuador y Colombia, con un potencial que oscila entre 138 y 276 MW. Además, se están realizando estudios en el campo geotérmico de Chalpatán en la provincia de Carchi, que podría generar alrededor de 50 MW, y en Chacana, cerca del volcán Antisana en Pichincha, aunque aún no se han publicado estimaciones precisas de su capacidad. Estos proyectos, si se desarrollan plenamente, podrían añadir una capacidad significativa a la matriz energética del país, diversificando las fuentes de generación y reduciendo la dependencia de otras energías más vulnerables a las condiciones climáticas.

Chachimbiro
Figura 3. Proyecto, central geotérmica Chachimbiro

Aunque el potencial es prometedor, existen varios desafíos que Ecuador debe enfrentar para aprovechar plenamente la energía geotérmica. En primer lugar, los costos iniciales de inversión son altos, ya que las fases de exploración y perforación profunda requieren tecnología avanzada y recursos significativos. Además, la falta de experiencia en la operación de plantas geotérmicas en el país puede ser una barrera, lo que implica la necesidad de transferir conocimiento y capacitar a profesionales locales.

Otro obstáculo es la percepción pública y la aceptación social de los proyectos geotérmicos. En muchas zonas, los campos geotérmicos coinciden con áreas protegidas o comunidades indígenas, lo que puede generar tensiones si no se gestionan adecuadamente los impactos ambientales y sociales. El gobierno debe garantizar que los beneficios de estos proyectos lleguen a las comunidades locales y que se minimicen los riesgos ambientales.

A pesar de estos desafíos, las ventajas de la energía geotérmica son considerables. No solo contribuiría a la diversificación de la matriz energética, sino que también podría ayudar a reducir las importaciones de combustibles fósiles, estabilizar los precios de la electricidad y crear empleo local en las zonas rurales. A largo plazo, el desarrollo de la energía geotérmica en Ecuador podría posicionar al país como un líder en energías renovables en la región, atrayendo inversiones internacionales y promoviendo un desarrollo sostenible.

El potencial geotérmico de Ecuador es una oportunidad que no se puede desaprovechar. En un mundo que está apostando por la transición hacia energías limpias, Ecuador tiene en sus manos una fuente inagotable de energía que, si se gestiona adecuadamente, podría transformar su sector energético. El reto está en superar las barreras económicas, tecnológicas y sociales, y apostar decididamente por la geotermia como una de las soluciones clave para un futuro más verde y sostenible, se podría cambiar por completo al sector eléctrico, cuyos números en el año 2023 son los de la figura 4.

Sector eléctrico Ecuador
Figura 4. Situación del sector eléctrico Ecuador 2023

La transición energética de Ecuador puede y debe ser una realidad, con la geotermia como uno de sus pilares fundamentales.