Alguna vez te has preguntado ¿para qué sirven las redes sociales? ¿Cuál es su papel en la sociedad y en nuestras vidas?
Podríamos decir que las redes sociales son divertidas y nos ayudan a mantenernos cerca de quienes están lejos físicamente. Sin embargo, facilitar la comunicación entre los usuarios no es el único objetivo de estas empresas, pues resulta lógico pensar que todo negocio necesita generar ingresos para subsistir.
Hace pocos días Facebook cumplió 15 años desde su creación, tiempo en el que se ha ganado aplausos por la forma tan rápida y masiva en que logró llegar a todos los rincones del mundo; por otro lado ha sido blanco de críticas y escándalos en torno a su manera de manejar la información de los usuarios.
¿El inicio del final?
Si nos remontamos al 2018, se hizo público el caso de Cambridge Analytica en donde se evidenció que Facebook vive de la información que almacena de sus usuarios. Un caso puntual es la posible injerencia de la red social durante la campaña del entonces candidato a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump. Un caso similar se vivió durante la campaña del Brexit en el Reino Unido.
A partir de este tipo de escándalos varias han sido las campañas para concientizar a la sociedad acerca de la información que brindamos a las compañías a través de las redes sociales: “si un servicio es gratuito, entonces el producto eres tú”.
Otra de las “maniobras” que realizó Facebook para su propio beneficio fue el de su programa Facebook Research, donde pagaban a usuarios de entre 13 y 15 años con el objetivo de tener acceso a todos los datos de sus dispositivos.
La próxima vez que aparezca en tu pantalla un término de condiciones de uso y lo aceptas sin haberlo leído, recuerda que estás dando tu autorización para que siga vigente este tipo de negocios multimillonarios, donde venden tu información para convertirla en publicidad.
A pesar de todos los escándalos y movimientos poco éticos que ha cometido Facebook en torno al uso indebido de datos, su comunidad sigue creciendo. Según fuentes oficiales una de cada cuatro personas en el mundo pertenece a esta red social. Es hora de reflexionar acerca del poder que tenemos para detener esta serie de atropellos e invasión a nuestra privacidad.
Por qué no comprobar si existe la felicidad más allá de Facebook.