Innovación Tecnológica en el Ecuador: Un Imperativo para la Ingeniería del Futuro

Kleber Morillo - CIT - UNL
Como investigador y docente universitario, considero que hablar de innovación en el contexto ecuatoriano es una necesidad urgente y un compromiso con el futuro. La innovación no es un concepto abstracto ni un simple eslogan publicitario; es la capacidad tangible de transformar ideas en soluciones que mejoren la vida de las personas y fortalezcan la competitividad de un país. Desde la perspectiva académica, la innovación debe verse como un proceso sistemático que implica creatividad, desarrollo tecnológico y visión estratégica.

En un mundo donde la transformación digital redefine industrias, el Ecuador enfrenta desafíos estructurales, pero también oportunidades únicas para reinventar su matriz productiva. Para el sector de telecomunicaciones, en particular, innovar significa no solo implementar nuevas tecnologías, sino también adaptarlas a nuestras realidades locales, asegurando inclusión y sostenibilidad. Para los futuros ingenieros en telecomunicaciones, el informe GEM Ecuador 2024/2025 no es sólo un diagnóstico sino una hoja de ruta.



Innovación: Más que tecnología, una cultura
La innovación no se reduce a la adopción de herramientas digitales. Según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), la innovación implica rediseñar modelos de negocio, optimizar procesos y crear valor mediante tecnología aplicada. De acuerdo al informe el informe GEM Ecuador 2024/2025, el Ecuador alcanzó una Tasa de Actividad Emprendedora Temprana (TEA) del 33,37% en 2024, superando ampliamente el promedio regional de 20,45%. Este dato refleja que más de un tercio de la población adulta está involucrada en la creación y gestión de nuevos negocios. Sin embargo, persiste una brecha entre la intención y la acción, pues, mientras que el 63,12% (Figura 12) de los emprendedores planea integrar más tecnología digital, solo el 2.58% desarrolla productos o procedimientos nuevos a nivel nacional o global (Figura 33). Esto subraya la necesidad de fomentar aún más el emprendimiento en áreas intensivas en conocimiento y tecnología (Espinosa et al., 2025).

Además, se evidencia que solo el 1.24% de los emprendimientos en etapa temprana se declaran con actividad en un sector tecnológico alto o medio, cifra que se sitúa por debajo del promedio regional del 3.6%. Se puede concluir que el informe revela un ecosistema que prioriza la imitación sobre la creación disruptiva de tecnología propia. Para la ingeniería, esto es una llamada de atención, sin I+D+i no hay innovación real (Espinosa et al., 2025).

El caso de TALOV (p. 36-38) es paradigmático. Carlos Obando no solo creó una app para personas con discapacidad auditiva, también integró Inteligencia Artificial (IA) y Realidad Aumentada (RA) para transformar la inclusión social. Su éxito radica en una ecuación clave: tecnología + propósito + escalabilidad. Aquí, las telecomunicaciones son el puente entre la solución técnica y el impacto humano. Este enfoque debe inspirar a nuestros estudiantes puesto que la ingeniería no resuelve solamente problemas abstractos, sino que su objetivo final es mejorar la calidad de vida de las personas (Espinosa et al., 2025).

Datos Críticos: El retrato de una transición incompleta
Los números del Informe GEM exponen contradicciones reveladoras con respecto de la desigualdad en la adopción digital, por ejemplo, se evidencia que el 72% de los emprendimientos urbanos usa redes sociales (Figura 34), pero solo el 36% emplea el análisis de datos para decisiones estratégicas (Figura 35) (Espinosa et al., 2025).

Con respecto de la IA, el 32.95% de emprendedores ve a la IA como estratégica para los próximos tres años (Figura 36), pero el 47% teme por la seguridad de datos (Tabla 11). Más grave aún es el hecho de que sólo el 3.15% de los expertos considera que las universidades forman en competencias de IA (p. 25) (Espinosa et al., 2025).

Para los ingenieros en telecomunicaciones, estos datos son un campo minado... y fértil a la vez. La demanda de soluciones en áreas como ciberseguridad, conectividad rural e interoperabilidad de sistemas es clara. Pero sin talento capacitado, el potencial se ahoga.

El Futuro se Juega en la Estrategia
La Transformación Digital (TD) es clave para el desarrollo futuro. El Ecuador tiene la infraestructura física, acceso a internet, costos asequibles, pero falla en lo estratégico. Por ejemplo, sólo el 1.24% de los emprendimientos opera en sectores tecnológicos altos vs. el 10.49% en Chile. La mayoría usa redes sociales para marketing, pero ignora herramientas como Cloud Computing o Big Data para reinventar modelos de negocio (Espinosa et al., 2025).

Aquí, la ingeniería en telecomunicaciones es central. No basta con garantizar conectividad; debemos diseñar redes inteligentes, seguras y escalables que habiliten innovaciones como el Internet of Things (IoT) o la IA en sectores clave como la agroindustria, logística, salud, minería, etc. El informe es contundente, en el Ecuador la TD sin ingeniería aplicada será superficial.

El informe revela que los emprendimientos con educación superior tienden a participar más en sectores intensivos en tecnología. Un punto clave para la ingeniería es el creciente interés en la IA, percibida como de gran importancia para la estrategia de negocio en los próximos tres años, destacándose el potencial para generar mayores ingresos y crecimiento. Sin embargo, también se identifican desafíos como la seguridad y privacidad de los datos (Espinosa et al., 2025).

Finalmente, el informe menciona temas urgentes que tratar, por ejemplo, que la política pública debe priorizar el uso de la IA y la formación técnica. En este sentido, las universidades somos los llamados a ser «laboratorios de I+D+i» (p. 77), pero esto exige currículos alineados con las megatendencias mundiales (Espinosa et al., 2025).

Las megatendencias actuales se están desarrolladas entorno a: i) Educación dual, vinculando las aulas con emprendimientos reales; ii) Enfoque de género donde sólo el 35.74% de mujeres emprendedoras ve relevante la IA hoy versus el 64.26% de hombres creando una brecha muy grande; iii) Ética tecnológica donde la seguridad de datos es la mayor preocupación regional, aquí la ingeniería debe liderar la creación de marcos de gobernanza y políticas públicas para el buen uso de las herramientas tecnológicas (Espinosa et al., 2025).

Conclusión: La Ingeniería como Columna Vertebral
El informe GEM 2024-2025 confirma una verdad incómoda, el Ecuador innova a pesar de su entorno, no gracias a él. Para los estudiantes de ingeniería esto es un llamado a la acción. Necesitamos ingenieros que piensen en escalar soluciones, no solo en resolver problemas locales; que integren nuevas tecnologías emergentes como la IA, ciberseguridad, IoT y sostenibilidad en sus diseños tecnológicos; que abanderen la formalización tecnológica, rompiendo la cultura del «emprendimiento de supervivencia» o enfocándose sólo al sector local.

Se hace un llamado claro a la academia, el sector público y el privado para que colaboren en la creación de políticas públicas que fomenten el desarrollo tecnológico. Se necesita fortalecer la infraestructura física y digital, además de promover la sostenibilidad social y ambiental. Para la Ingeniería en Telecomunicaciones, estas reflexiones son especialmente relevantes, ya que la implementación de tecnologías avanzadas requiere un marco regulatorio claro y un entorno propicio para la inversión.

El futuro no espera. Como docentes, nuestra tarea es clara: formar no solo técnicos, sino arquitectos de un ecosistema digital donde la innovación sea sinónimo de soberanía tecnológica. El informe GEM es nuestra hoja de ruta. La revolución digital ecuatoriana será ingenieril... o no será.

… en el Ecuador la TD sin ingeniería aplicada será superficial.


Bibliografía.
Espinosa, M., Armas, R., Reyes, A., Fernández, M., Mahauad, M., & Espinoza, D. (2025). Global Entrepreneurship Monitor Ecuador 2024/2025. Ediloja Cía. Ltda. www.ediloja.com.ec