Máquinas que piensan, cuerpos que esperan: el impacto de la inteligencia artificial en el mercado laboral

José Sozoranga estudiante - CITVivimos en una época donde pensar no es exclusivo del ser humano. Las máquinas, dotadas de algoritmos complejos y aprendizaje autónomo, han comenzado a ocupar espacios tradicionalmente reservados para la inteligencia y creatividad humana. Y aunque el avance tecnológico es innegablemente fascinante, también plantea preguntas urgentes: ¿cuántos empleos más serán absorbidos por la automatización? ¿Está la sociedad —y sus gobiernos— preparada para enfrentar una transformación laboral tan profunda?

El impacto de la inteligencia artificial (IA) en el mercado laboral es ya una realidad tangible en un mundo tan digital como globalizado. Según un estudio de Paredes & Cano (2020), los sectores que se encuentran más vulnerables ante esta disrupción tecnológica son aquellos con tareas rutinarias y mecánicas, como la manufactura, la logística, el servicio al cliente y ciertas áreas administrativas. Sin embargo, la sustitución de empleos no se limita a tareas básicas; incluso áreas como la redacción,  la programación  e incluso  el  análisis  financiero están  siendo  reconfiguradas  por sistemas inteligentes que aprenden más rápido y cometen menos errores.

En una tesis de posgrado de la Universidad Técnica de Ambato, Carrera & Santamaría (2021) explican que la IA no solo reduce la necesidad de mano de obra humana, sino que también exige un nuevo tipo de trabajador: uno que sepa interpretar datos, comprender algoritmos y adaptarse a sistemas de aprendizaje automático. Este nuevo perfil profesional ha creado una brecha significativa entre aquellas personas con acceso a formación tecnológica avanzada y quienes no poseen tales habilidades, lo que incrementa la desigualdad social. Esta brecha digital juega un pape fundamental, ya que, pese a que el mundo está mayormente adaptado a las nuevas tecnologías, no se puede ignorar que hay un sector, que, aunque minoritario, no dispone de los privilegios de una educación digitalizada.

No obstante, la IA no debe ser vista únicamente como amenaza, ya que puede convertirse en una aliada del desarrollo humano si su implementación se basa en principios éticos y regulaciones claras. Un artículo publicado en la Revista Ciencia Latina por Salazar y Orellana (2022) argumenta que el uso responsable de la IA podría potenciar las capacidades humanas en lugar de sustituirlas. La clave está en pensar la tecnología desde una perspectiva humanista, donde su propósito no sea únicamente la eficiencia económica, sino también la dignidad y el bienestar de las personas.

La situación, sin embargo, se complica cuando los gobiernos actúan con lentitud o indiferencia. El vacío normativo que rodea la aplicación de tecnologías inteligentes favorece a grandes corporaciones y deja en vulnerabilidad a miles de trabajadores.

Esta falta de regulación legal en torno al uso de inteligencia artificial no solo afecta al mercado laboral, sino también a la esfera de la propiedad intelectual, artística y cultural. Un caso reciente y polémico es el uso de inteligencia artificial generativa para replicar el estilo visual del Studio Ghibli, un estudio japonés emblemático por su minuciosa animación artesanal y sus relatos profundamente humanos. La creación de contenidos visuales “al estilo Ghibli” por parte de sistemas automatizados, provocó una ola de críticas: no solo por apropiarse de una estética sin consentimiento, sino por reducir a fórmulas replicables lo que en realidad es el fruto de décadas de sensibilidad artística, trabajo colectivo y compromiso ambiental.

Este tipo de incidentes nos enfrenta a una pregunta crucial: ¿quién es dueño del arte cuando la máquina lo imita? ¿Qué derechos tiene un autor o colectivo creativo frente a algoritmos entrenados con su obra? La automatización de lo sensible, cuando carece de ética y límites claros, amenaza con desdibujar el valor de la creación humana y normalizar la explotación estética sin reconocimiento ni responsabilidad. El caso Ghibli es apenas un síntoma de un problema más amplio: la legislación vigente no responde con eficacia a los desafíos que la IA plantea en el terreno creativo y cultural.

La legislación laboral, pensada para un mundo analógico, no responde aún a los desafíos del ecosistema digital. La falta de políticas públicas que preparen a las personas para esta transición (como capacitaciones gratuitas, reconversión laboral y renta básica) evidencia un vacío institucional frente a una revolución que ya está en marcha.

De acuerdo con todo lo anteriormente expuesto, se puede concluir en que no es suficiente con celebrar la innovación: es necesario reflexionar sobre sus consecuencias. El futuro del trabajo no puede recaer únicamente en algoritmos y capitales. Lo ideal sería que la inteligencia artificial nos ayude con las actividades más pesadas o repetitivas, como los quehaceres domésticos, para que los seres humanos tengamos más tiempo para imaginar, aprender y crear. Pero si no se regula bien su uso, podría pasar lo contrario, planteando la cuestión: ¿quién es esclavo de quién?

En definitiva, la IA requiere un uso crítico, y que comprendamos que es una herramienta que el ser humano usa para potenciar sus habilidades y conocimiento, y no para sustituirlo. De lo contrario, nos arriesgamos a construir un mundo en el que las máquinas piensen y trabajen, mientras los cuerpos humanos esperan.

Conclusión
La Inteligencia Artificial está redefiniendo el panorama laboral a nivel global, ofreciendo tanto ventajas como desafíos para los trabajadores, empresas y sociedades. Si bien la IA puede impulsar la productividad y mejorar la calidad del trabajo, también puede generar desplazamiento laboral y acentuar las desigualdades. Es fundamental abordar estos retos mediante políticas y estrategias que promuevan la adaptación y el desarrollo de habilidades, así como garantizar un enfoque ético y responsable en la implementación de estas tecnologías. De este modo, podremos aprovechar al máximo las oportunidades que brinda la IA en beneficio de todos.

Referencias:
- Carrera, D. J., & Santamaría, P. A. (2021). La inteligencia artificial y su influencia en el mercado laboral ecuatoriano: un análisis desde la perspectiva del desarrollo sostenible [Tesis de maestría, Universidad Técnica de Ambato]. Repositorio UTA. https://repositorio.uta.edu.ec/handle/123456789/33671
- Paredes, J. F., & Cano, M. (2020). Impacto de la automatización y la inteligencia artificial en el empleo: perspectivas para América Latina. Revista Iberoamericana de Ciencia, Tecnología y Sociedad, 15(44), 89-104. https://revistas.unla.edu.ar/tecysoc/article/view/2121
-Salazar, V.,  &  Orellana, A.  (2022).  Inteligencia  artificial  y  su  incidencia  en  el  cambio  del paradigma laboral. Revista Ciencia Latina, 6(2), 2314–2329. https://ciencialatina.org/index.php/cienciala/article/view/2501