No hay duda que la sociedad actual presenta gran dependencia a las fuentes de energía; el principal problema es que no se está aprovechando al máximo toda la energía que se genera debido a la falta de acoplamiento entre oferta y demanda, lo que hace que aproximadamente un 30% de la energía se pierda en la red. Agregado a esto la energía final consumida en el mundo, de origen renovable, no supera el 25%; y, sabiendo que la energía proveniente de las reservas de combustibles fósiles tienen sus días contados, conlleva a buscar soluciones que traten de adaptar la oferta energética a las necesidades del consumidor; esto, es el nuevo enfoque Smart Energy.
Es una filosofía que cambia el enfoque tradicional de la producción y el consumo de energía, en búsqueda de maximizar la eficiencia del proceso. Los componentes son:
- Consumidor.- combina la producción de su energía con el consumo.
- Redes.- conformadas por las tradicionales redes eléctricas y las de telecomunicaciones que complementan el sistema con el intercambio de información en tiempo real.
- Suministro.- agrega fuentes de energía a pequeña escala además de mayor flexibilidad que permite adaptar la producción a la demanda.
Ya no se piensa solamente en solucionar los problemas energéticos con métodos limpios de producción de energía; se trata de incorporar relaciones bidireccionales productor-cliente y cliente-productor, para equilibrar la oferta y la demanda, reduciendo pérdidas de energía y aumentando el ahorro de recursos.
¿Entonces como maximizar el uso de las fuentes renovables disponibles y eliminar la ineficiencia?, ¡misma que ha provocado un gran impacto ambiental!, la solución más cercana y que está dando ya sus frutos, aunque a pasos muy pequeños es la transición a fuentes de energía sostenibles intermitentes y distribuidas como son la energía solar y eólica, y el inconveniente es la poca flexibilidad que estas fuentes presentan ante la demanda de los consumidores. Con Smart Energy lo que se pretende es generar aplicaciones de gestión energética para controlar de una forma automatizada el consumo, generación y almacenamiento de energía
Esto es una muestra más de que el campo de las aplicaciones IoT (Internet of Things) presenta cada vez mayor demanda por la necesidad del hombre de poder controlarlo todo de forma remota, agregando eficiencia a los servicios y actividades que desarrolla día a día.