COVID-19 y la tecnología 5G.

Christian Campoverde - UNL

Las redes de telecomunicaciones de quinta generación, conocidas como redes 5G se encuentran en el ojo del huracán, al ser catalogadas como responsables de la propagación de la pandemia de la COVID-19.

En que se fundamenta tal aseveración. Esta tesis tiene como punto de partida la conferencia que Thomas Cowan, autor de varios libros de conspiraciones, el pasado 12 de marzo en un foro organizado en Estados Unidos por el grupo Humans for Humanity Coalition, vinculado al movimiento antivacunas. El señor Cowan habló de una "manifestación de una célula intoxicada" y que "cada pandemia de los últimos 150 años se corresponde con un salto cuántico en la electrificación de la Tierra": La llamada "gripe española" con la expansión de las ondas de radio, la que se produjo al final de la segunda guerra mundial con la introducción de radares, y la COVID-19 con el 5G.

La expansión de la COVID-19 ha provocado que una gran mayoría de la población del mundo esté confinada en sus hogares. La propagación del virus ha multiplicado los rumores y bulos acerca del origen del mismo, entre ellos que la tecnología 5G es responsable de la trasmisión del coronavirus.

UNL - CIEYT
Los virus no se desplazan por ondas electromagnéticas ni por redes de telefonía móvil. El coronavirus se transmite a través de gotículas minúsculas de secreciones respiratorias expulsadas cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. También es posible infectarse si se toca una superficie contaminada y posteriormente se lleva la mano a los ojos, boca o nariz.

Sin embargo, vivimos en una sociedad que no fundamenta su conocimiento en evidencias científicas, se fía en videos de YouTube, páginas de conspiraciones, cadenas de WhatsApp, argumentaciones de personas que lucran creando miedo y zozobra con información falsa.

La realidad es que la radiación a la que estamos expuestos por las redes 5G está muy por debajo del nivel de seguridad recomendado. Esta radiación solo puede penetrar en la piel cuando realizamos una llamada de teléfono y nos ponemos el dispositivo en el oído, pero la radiación no permite que el virus penetre en la piel ni hay evidencias de que lo propague.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Comisión Internacional de Protección contra la Radiación No Ionizante (ICNIRP), afirman que el 5G no es perjudicial para la salud y no causa ninguna enfermedad. La COVID-19 se está propagando en numerosos países en los que no existe una red 5G como Ecuador.

La radiación de las antenas 5G está 67 veces por debajo del límite permitido. El 4G, el 5G o el WiFi están dentro de lo que se conoce como radiación no ionizante. Aquí van las ondas de la radio, la TDT o cualquier tipo de transmisión por ondas electromagnéticas. Todas ellas tienen una longitud de onda mucho mayor que la propia radiación que emite nuestro cuerpo en forma de calor, o la luz del Sol. La radiación no ionizante lo máximo que puede hacer es generar calor, siendo esta la que usa el microondas para excitar las moléculas de agua y calentar la comida. La radiación ionizante es la peligrosa, como la de los rayos X, ya que esa sí puede provocar daños en las cadenas de ADN.

En la evolución de las redes móviles nunca se tuvo un problema de tal magnitud como la que sufre 5G, en muchos países se ha bloqueado la instalación de antenas y en otros casos han prendido fuego a los equipos de telecomunicaciones debido al temor causado por charlatanes, paradójicamente en países en vías de desarrollo quemaron antenas 3G y 4G.

La verdad de las redes de quinta generación, es que esta nueva tecnología móvil aumentará la velocidad de conexión, reducirá al mínimo la latencia (el tiempo de respuesta de la web) y multiplicará exponencialmente el número de dispositivos conectados. En otras palabras, estaremos conectados a todo, todo el día, y en el menor tiempo posible. Gracias al advenimiento del 'internet de las cosas', parte del mobiliario urbano de las grandes ciudades quedará permanentemente conectado entre sí.
El mundo cambiará con 5G, el avance más significativo vendrá de la mano de la velocidad. El 5G permitirá navegar hasta 10 GBps (gigabytes por segundo), 10 veces más rápido que las principales ofertas de fibra óptica del mercado.

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“LA COVID -19 está siendo un gran disruptor económico y social y los operadores de telecomunicaciones están demostrando ser actores clave para reducir su impacto. Este hecho podría hacer pensar que, una vez pasada la pandemia, los gobernantes entenderían que esta infraestructura necesita potenciarse y que se deben crear incentivos agresivos para su desarrollo.” (Rafael A. Junquera).

Desde la Academia instamos a priorizar información avalada y contrastada antes que mostrar rumores difundidos por y entre usuarios de redes sociales, recuerden que la correlación no implica causalidad. La Red 5G no propaga la COVID-19